Etapa 26. El último pueblo de oriente: Pajarito (21/06/2019)
- Diego Supelano
- 24 jul 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 sept 2019
Los retadores se plantearon seis horas para subir los 36 kilómetros desde Labranzagrande hasta el alto de Vado Hondo, y así luego iniciar descenso por vía pavimentada y por esos días muy transitada, hasta Pajarito. La hora de salida nuevamente fue las seis de la mañana, esta vez no tendrían alimento sustancioso. La dieta hasta Pajarito: galletas, chocolatinas y paquetes de papas para las sales, más botella adicional de agua en las alforjas.
El ascenso comenzó con una tenue lluvia que fue aumentando con el pasar de los kilómetros. Los retadores optaron por parar a estirar y comer cada hora de pedaleo, y bajo este régimen alcanzaron los 26 kilómetros de ascenso por una vía no tan pendiente. Continueron con buen ánimo ya que iban en el tiempo estimado pero conforme la lluvia disminuía el cansancio aumentaba; permanecían mojados y el frío se acrecentaba por la altura, pero ayudaba que como conocían la vía por que la habían descendido cuatro días antes, sabían que al comenzar a encontrar obreros y maquinaria se acercaban al final del sendero. Cada kilómetro que los acercaba al final también les mermaba la velocidad, y aun así estuvieron muy cumplidos pasadas las 12 del día pisando el paviemento que marcaba el final del alto y el comienzo del descenso.


Apenas desembocaron a la vía principal que conecta Sogamoso con Aguazul la lluvia comenzó de nuevo. La Libertad sigue dando la lucha, en esa parte era un falso plano que obligó a los retadores a pedalear contra la lluvia y el viento, finalmente pasados unos cinco kilómetros comienzaron el franco descenso. Los retadores ya se sentían coronados, la menor altitud y la presencia de tractomulas calentaban el ambiente. Faltando 10 km para Pajarito afrontan los últimos repechos, La Libertad daba su última batalla. En este tramo se encuentran pasos restringidos donde los vehículos se agolpan, en uno de estos los retadores adelantaron por la berma a la fila de carros detenidos y en un punto se encontraron ese musgo que se forma en las superficies húmedas y se fueron al suelo con una diferencia de un segundo entre la caída de cada uno, en un episodio más bien chistoso.


Un poco golpeados, afrontaron el kilómetro final que los llevó a completar la totalidad de las provincias, la plaza de Pajarito se apostaba al lado de la vía principal. Hasta allí iría la octava salida que sumaba 26 etapas en total en del reto y 120 municipios. La provincia la Libertad que había prometido ser una de los más difíciles respondió a esta premonición, aunque sin duda alguna se lleva el título a los paisajes de montaña más exhuberantes vistos por los retadores, lo cual parece ser directamente proporcional a la soledad de los parajes.
Y ahora completadas las provincias, a por las zonas de manejo especial: Cubará y Puerto Boyacá, y claro, la etapa final bicentenaria en el municipio 123, Duitama.
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